La Rollerie renueva su carta y presenta su innovadora propuesta para el verano de 2017. El cambio de estación se convierte así en una sabrosa experiencia que transportarán a cada comensal a un lugar en el que el sabor es el verdadero protagonista. La nueva oferta gastronómica de La Rollerie se inspira en la cocina de autor y busca acercar la calidad y originalidad de sus recetas a todo tipo de públicos. Todo ello, sin dejar de lado aquellos detalles que le han llevado a conquistar a sus visitantes y que se han convertido en sus señas de identidad. Detalles omo su cuidada decoración o sus exclusivos Rolls de Canela que, acompañados de una gran variedad de toppings, hacen las delicias de todos. Elaborada con productos de temporada y aderezada con mucha imaginación tras varios meses de investigación y desarrollo; la nueva carta incluye recetas de siempre acompañadas por novedosas propuestas que no dejarán a nadie indiferente. Entre estas novedades destacan: el Tabulé de Quinoa con espinacas baby, tomates cherry, alcaparras y marinado de cítricos; la Hamburguesa de Ternera con foie y cebolla caramelizada; los Panzerotti de queso y pera salteados en crema de leche evaporada con salmón ahumado, nueces y polen; o el Saam de costilla desmechada al estilo asiático. El mejor brunch de Madrid La Rollerie sigue apostando por su sabor de siempre con sus cuatro tipos de brunch; su amplia variedad de desayunos a elegir; o sus deliciosas meriendas. Así como alguno de sus platos más demandados. Entre ellos, el Sándwich de Pastrami o los Nachos Caseros seguirán conquistando los paladares más exigentes. Sin olvidarse de aquellos platos que no pueden faltar en la mesa cuando llega el verano, como son el Gazpacho Andaluz, acompañado de su picadillo, o un completo Salmorejo Cordobés con crujiente de jamón, mimosa de huevo y un toque de Arbequina. Las características lavandas de La Rollerie también se han hecho un hueco en esta nueva carta. Esto le otorga un aire mucho más fresco y colorido, muy acorde con esta época del año y se convierte en el preludio perfecto de lo que el comensal encontrará en su interior.